La esclerodermia es una grave enfermedad autoinmune que afecta alrededor de 2,5 millones de personas en el mundo. Según un reciente ensayo clínico un trasplante de células madre es más efectivo que el tratamiento médico actual para alargar la vida de los enfermos de esta enfermedad rara e incurable.
“La esclerodermia endurece la piel y afecta a los tejidos conectivos y en su forma más severa puede causar fallos orgánicos fatales, principalmente de los pulmones”, dijo el director del estudio, Keith Sullivan, profesor de medicina celular en la Universidad de Duke.
“En estos casos severos, los tratamientos con medicamentos convencionales no son muy efectivos a largo plazo, así que conseguir nuevos enfoques terapéuticos es una prioridad”, señaló.
El estudio escogió aleatoriamente 36 pacientes de esclerodermia de Estados Unidos y Canadá para hacerles un trasplante de células madre de su propia sangre.
Después recibían una transfusión de células madre de su sangre a las que se les había eliminado las células del sistema autoinmune afectadas.
Otros 39 pacientes, escogidos al azar, recibieron 12 inyecciones intravenosas de ciclofosfamida mensualmente, el tratamiento convencional para los casos de esclerodermia severa.
Los pacientes que recibieron el trasplante de células madre “mejoraron significativamente su supervivencia”, revela el estudio, en el que ha invertido diez años y han participado 26 universidades estadounidenses y de Canadá.
Los pacientes del grupo del trasplante de células madre presentaban también mejoras en la funcionalidad de los órganos, la calidad de vida y el endurecimiento de la piel.
“El promedio de superviviencia a los 72 meses era del 86% después del trasplante contra el 51% tras tomar ciclofosfamida”, asegura el informe.
Al final del estudio, solo el 9% del grupo de los trasplantados volvieron a tomar medicamentos contra la esclerodermia, comparado con el 44% en el grupo de control.
“Los pacientes y sus médicos deben evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios de este tratamiento”, recomendó el doctor Sullivan. Pero, agregó, “podría ser una nueva terapia estándar contra esta devastadora enfermedad autoinmune”.
Fuente original: ecodiario.es